Raídos, por Diego Marcone y Andrea Kleinman (SAE - EDA)

Diego Marcone, director y co-editor de Raídos junto a Andrea Kleinman (SAE-EDA) comparten su experiencia sobre la edición de la película ganadora del Premio al Mejor Montaje de Película de la Competencia Oficial Argentina del 18° BAFICI, otorgado por SAE y EDA.

DM: Ya desde el guión presentado al INCAA tenía claro cuál iba a ser la estructura de la película: un relato construido cronológicamente, siguiendo los momentos de la cosecha de yerba mate a lo largo de un año. Esa idea no se iba a poner en duda durante todo el proceso de montaje.
Comencé el trabajo de edición al volver del primer rodaje en Misiones, producto de la necesidad de probar algunas escenas antes de viajar nuevamente y así poder ir viendo si funcionaban y si se podían montar. Así seguí avanzando con el montaje entre las sucesivas visitas. Antes del último viaje, la presentación de un work-in-progress a un fondo de post me obligó a tener una especie de primer armado, inconcluso. Eso me permitió pensar qué me faltaba para el final, qué escenas tenía que tratar de conseguir.

En el viaje final, que fue el más largo, aparecieron algunas de esas escenas que imaginaba para el cierre: las que contaban cómo se encontraba, al comienzo de la nueva cosecha, cada uno de los -ya para ese entonces- claros protagonistas de la película. Pero también surgieron escenas maravillosas que no imaginaba que se podían presentar y que me obligaron a replantear aquel primer armado inconcluso para darles lugar.

Unos meses después tuve el primer armado completo (nuevamente gracias a la presión de presentar el proyecto a otro work-in-progress). Esta necesidad de ir presentando WIPs generó que nunca tuviera un armado gigante de varias horas con escenas extendidas, sino que ya desde el inicio los armados duraban alrededor de noventa minutos. Luego fui retrabajando las escenas, sacando algunas y agregando otras, y fue tal vez por un afán de principiante de querer ver rápidamente la película funcionando que, en cierto momento, me sentí superado por las posibilidades del material. Entendí que necesitaba de otro par de ojos.

AK: Cuando recibí el primer corte, noté que había una buena película. El final me había emocionado muchísimo, y el corte era muy rico en eventos dramáticos.Se notaba que había mucha investigación. Pero como era una película muy coral, el espectador no iba a poder relacionarse en profundidad con cada personaje, por lo que tuvimos entonces que ser muy rigurosos en la edición interna de cada escena.
Trabajamos también con Diego en la estructura, ordenando algunas líneas de acción para que quedaran bien distribuidas a lo largo del relato, y prestamos especial atención en incluir el humor lo más que se pudiera. Por otra parte, como la película mostraba cosas fuertes desde el comienzo, corría el riesgo de no crecer, y en consecuencia el desafío fue lograr que el último acto resultara aún más intenso que los anteriores.

DM: Desde que Andrea se sumó al trabajo, la película creció mucho. Con su mirada fresca y desvinculada del rodaje del material se hizo fácil detectar qué cosas estaban logrando contarse y cuáles no, para dar con soluciones a los problemas del relato. Tuvimos especial preocupación en prever qué recorrido emocional iba a transitar un futuro espectador, y finalmente hicimos testeos para poner nuestra intuición a prueba.

AMBOS: Disfrutamos mucho colaborando juntos.

Diego Marcone y Andrea Kleinman (SAE - EDA)