Kóblic, por Alejandro Carrillo Penovi (SAE)
Sebastián Borensztein me convocó con la consigna de profundizar la exploración de las posibilidades del montaje. El potencial del material era indiscutible: sobre el trasfondo de un período negro de nuestra historia se da el duelo entre dos monstruos sagrados de la actuación, Ricardo Darín y Oscar Martínez. El reto era ponerse a la altura de esa exigencia artística y productiva. Tras un análisis consensuado, Sebastián y yo fuimos poniendo en cuestión —y fortificando— las directrices de la obra, manipulando los distintos niveles del montaje, y extendiendo las potencialidades de la forma original del relato. A lo largo de este proceso redescubrimos la esencia de la obra, inevitablemente ligada a las convenciones del western clásico.
Alejandro Carrillo Penovi (SAE)
No existe mayor satisfacción para un editor que trabajar con artistas de gran talento, que le demandan el esfuerzo de capitalizar eficazmente, en el montaje de la obra, todo ese valor. En "Kóblic" se produjo esta conjunción, orquestada por productores tan atentos al detalle como al todo, y fundamentalmente gracias a la sensibilidad y la certera intuición artística de su director.