El puto inolvidable, por Martín Senderowicz
Cuando Lucas Santa Ana me escribió para contarme que me quería en su primer largometraje documental, la emoción y alegría que me invadió me cegó ante todo lo que me rodeaba en ese momento. Yo ya había trabajado con Lucas en algunos cortometrajes y proyectos para TV; que me quisiera nuevamente trabajando junto a él significó un reconocimiento y valoración de mi trabajo.
Supongo que es normal, cuando uno arranca a trabajar con un proyecto de esta índole, sentirse un poco desbordado y perdido ante tanto material que parece estar desconectado; debo confesar que no tenía idea de quién era Carlos Jáuregui. Había leído biografías en la web y notas de diarios, pero sin embargo era información muy vaga.
Lo lindo de trabajar con Lucas, además de que se trata de un amigo, es que su talento como guionista, director y editor ayuda a que contar una historia sea más fácil; sabe lo que quiere y cómo lo quiere, y es una de esas personas con las que aprendés mientras estás trabajando. Que te escucha y con la que podés discutir opciones de relato.
Quizás lo que jugaba a mi favor era ser un completo desconocido del tema que se estaba tratando, entonces podía ofrecer una mirada más objetiva, fría y ponerme en la mirada del espectador ajeno al tema. Luego de dos meses de trabajar con muchísimo material de entrevistas, pudimos llegar a un corte de dos horas y media, aproximadamente. Es más, creo que era de 3 horas. Habíamos puesto toda la carne en el asador y ahora venía el difícil momento de ver por dónde recortar.Lucas siguió trabajando un tiempo solo, y volvimos a juntarnos cuando había que empezar a cerrar actos (ya con material de archivo, músicas) y ahí arreglamos trabajar a la distancia (intercambio de proyectos de Final Cut). Cuando terminamos de hacer estos ajustes, hicimos una nueva reunión para ver toda la película completa y ahí sí la vimos terminada.
Siempre estaré agradecido con Lucas y el proyecto por la oportunidad de conectarme con una parte de la historia argentina que no conocía y que creo que es fundamental conocer y entender.