El Ardor, por Leandro Aste (SAE)
"El Ardor" ha sido, sin dudas, el trabajo de mayor envergadura que he emprendido hasta el momento. Y, si bien las numerosas escenas de acción (repletas de disparos, peleas, humo, y hasta un duelo de Western) me presentaron numerosos desafíos a la hora del montaje, fue reconfortante comprobar que en última instancia el desafío mayor, no importa el tamaño o complejidad de la película, sigue siendo el mismo: contar la historia de la mejor forma posible. Y, en ese sentido, desde nuestras primeras colaboraciones con Pablo Fendrik el principio rector en la búsqueda de dicho objetivo ha permanecido, esencialmente, inamovible: priorizar siempre el gesto mínimo por sobre el inequívoco; el personaje por sobre la técnica; lo narrativo por sobre lo virtuoso. Dónde trazar esos límites, por supuesto, depende significativamente del universo de la película, y quizás sea éste el aspecto más enriquecedor de trabajar con alguien como Pablo: no hay nada que pueda dar por sentado.
Leandro Aste